Bueno, ya llevo unos días en Bali y aunque siempre hay sorpresas, intento establecer unos horarios y hacer las cosas de la mejor manera posible. Ya sé que me despierto hacia las 7,30. La luz entra por la enorme puerta corredera de nuestra habitación y, acostumbrada a dormir en la más profunda de las oscuridades, me despierto, y como me bullen cien cosas en la cabeza, es imposible volver a dormir. Me levanto contenta, preparo el exquisito café de esta Isla y me tomo una taza con un cigarrito, y mirando hacia el arrozal, todo calma, mientras Manolo se zampa su fruta y sus cereales, y compartimos una segunda taza en amor y compañía.
Me voy acostumbrando a los extraños sonidos, por la noche ranas, cantos de pájaros, y gritillos de algunos animales que desconozco, el ladrido de los perros de nuestra calle, el canto raruno de los gekos... Por el día las faenas de los balineses en el arrozal, su extraño idioma, su enorme sonrisa cuando me asomo, a pesar de su penoso trabajo bajo este sol abrasador, sus saludos, apa kabar?, baik-baik (que tal? muy bien), motos que pasan...
Me voy acostumbrando a los extraños sonidos, por la noche ranas, cantos de pájaros, y gritillos de algunos animales que desconozco, el ladrido de los perros de nuestra calle, el canto raruno de los gekos... Por el día las faenas de los balineses en el arrozal, su extraño idioma, su enorme sonrisa cuando me asomo, a pesar de su penoso trabajo bajo este sol abrasador, sus saludos, apa kabar?, baik-baik (que tal? muy bien), motos que pasan...
Vengo decidida a cocinar, cosa que me encanta, pero no cuento con que no puedo ir caminando a ninguna parte. Todo en moto, y me da miedo ni siquiera intentarlo. La gente es muy respetuosa, pero el tráfico es caótico, además de sortear perros, baches... Nuestra carretera está en obras y es un infierno pasar por ella, así que mi querido marido me lleva al súper, que increíblemente se llama Pepito, me encanta, jajjjajaaaaa, y hacemos la compra como en España, a mi me parece que está bien de precio, pero Manolo que ya piensa en rupiahs, dice que es muy caro. El caso es que con lo que tengo, hago platos más o menos riojanos, echo de menos un montón de ingredientes pero me apaño y les dejo perplejos con mis estupendos guisos! Todos contentos :)
Mientras tanto, me doy cuenta de que no me importa no tener tele, descubro el placer de hablar con mi marido y mi hija, de jugar a las cartas, de aceptar los silencios con normalidad, vaya, que la tele nos impide disfrutar de un montón de cosas buenas.
También me doy cuenta de que no necesito nada de mi anhelado menaje de cocina, me basta y me sobra con lo que tengo, me sorprendo a mi misma descubriendo esto, no me puedo creer que no necesito manteles ni servilletas, que los platos de plástico no están tan mal, que los alimentos cocinados a fuego lento están mucho más ricos, que cocino con gran placer porque tengo tiempo, fuera ollas, que mientras cocino, me doy buenos baños en la pisci, y mi hija me pone música con marchita, que maravillaaaaa. Con la música, las aves cantan a toda pastilla para ver si superan su sonido...
Mientras tanto, me doy cuenta de que no me importa no tener tele, descubro el placer de hablar con mi marido y mi hija, de jugar a las cartas, de aceptar los silencios con normalidad, vaya, que la tele nos impide disfrutar de un montón de cosas buenas.
También me doy cuenta de que no necesito nada de mi anhelado menaje de cocina, me basta y me sobra con lo que tengo, me sorprendo a mi misma descubriendo esto, no me puedo creer que no necesito manteles ni servilletas, que los platos de plástico no están tan mal, que los alimentos cocinados a fuego lento están mucho más ricos, que cocino con gran placer porque tengo tiempo, fuera ollas, que mientras cocino, me doy buenos baños en la pisci, y mi hija me pone música con marchita, que maravillaaaaa. Con la música, las aves cantan a toda pastilla para ver si superan su sonido...
Lo único que realmente echo de menos y mucho, es el pan, el buen pan de mi país.
También hay cosas molestas, las malditas hormigas, con el cariño que les teníamos, tan currantes... Son una plaga, aparecen por todas partes y muerden las muy zorras, que daño haceeeen! El exótico baño no tiene pié de ducha, el agua va directa al suelo, que es de piedra irregular, con lo que siempre está mojado, y realmente esto no es agradable. Las cagadillas de nuestros gekos, vaya cerdacos, alguna serpiente fugaz en nuestro jardín, los ladridos de los perros...
Pero doy todo esto por bueno a cambio de lo feliz que me encuentro en esta isla! :D
También hay cosas molestas, las malditas hormigas, con el cariño que les teníamos, tan currantes... Son una plaga, aparecen por todas partes y muerden las muy zorras, que daño haceeeen! El exótico baño no tiene pié de ducha, el agua va directa al suelo, que es de piedra irregular, con lo que siempre está mojado, y realmente esto no es agradable. Las cagadillas de nuestros gekos, vaya cerdacos, alguna serpiente fugaz en nuestro jardín, los ladridos de los perros...
Pero doy todo esto por bueno a cambio de lo feliz que me encuentro en esta isla! :D