Bueno, continúo mi vida en esta paradisíaca isla!
Como os conté, me voy acostumbrando a mi diferente vida de Bali. Dormir pronto, madrugar, aprovechar al máximo las horas de sol. En mi casa, el salón es totalmente abierto, ya sabéis que mi tele es un enorme arrozal, en el que vemos todos los días las faenas de los cultivadores, con sus curiosos sombreros cónicos. Aprovechamos estas horas, porque cuando cae el sol sobre las 6 de la tarde, los mosquitos atacan que da gusto, Dios mioooo... que ansiaaaa de picarrrr. Aunque nos embadurnamos con repelentes, algún picotazo cae y como pican los jodíos! Pero a las 8 en punto, salimos con nuestra scooter a tomar unas cañitas, porque no hay que perder las buenas costumbres! Tenemos tres sitios favoritos para ir, Old Man's, a la orilla del mar, Plumbers, (al que llamamos, Plan B, jojjjojooo), que aunque está más lejos de casa, las bintang están dinging sekalí, o sea heladas, y el precioso People, de un brasileño encantador, que vivió 9 años en España y nos habla en español. Luego tenemos alguna otra alternativa como el Sports o el Satu Lagi, pero que apenas vamos...
Luego hemos descubierto un local de un español, el Cloud 9, que además de ser muy mono, tienen unos bocatas de calamares que lloras de gustoooo!
Y así pasan los días con una tranquilidad desconocida para nosotros que acostumbrados a llevar una vida bastante estresante, se nos caen los palos del sombrajo!
Como nuestro trabajo es organizar viajes, nos gusta visitar los hoteles y comprobar su buen funcionamiento, así que poco a poco, vamos haciendo excursiones de sábado a domingo, y nos alojamos en ellos para luego aconsejar bien a nuestros visitantes.
Ya habíamos estado en el Templo de Pura Uluwatu, os acordareis de las fotos con los monos y ese espectacular sunset en su acantilado, pero esta vez, queríamos ver las playas de esa zona, así que cogimos la moto y a Uluwatu!
El viajecito, es de 1,30 horas en moto, pero de verdad merece la pena. Queríamos ver la playa de Suluban que está dentro de una gruta y que nos había recomendado mi hija, además de la ya famosa playa de Padang Padang, llena de chiringuitos y muy concurrida. Nos alojamos en un hotel que nos llamó la atención, era un poco caro pero precioso, parecía un Cortijo, y la habitación era espectacular y muy tranquila. Nos dimos este pequeño lujo, que mereció la pena. Luego nos enteramos que el dueño, como no, es español. Como siempre, madrugamos, el desayuno fantástico, hicimos uso de las instalaciones, la piscina de nuestra habitación estaba desierta, el agua calentita como a mí me gusta, y fuimos hacia la playa de Suluban. Hay que bajar mogollón de empinadas escaleras, pero cuando entramos ya en las grutas que conducen a esa pequeña playa, alucinamos. Que preciosidad! Una enorme cueva de arena finísima, que conducía a la playa...espectacular! El agua azul marino, el fondo con rocas se veía perfectamente, a pesar de tener las mejores olas para practicar surf, a la orilla llegaban muy tenues, nos bañamos y disfrutamos como enanos. Luego, a secarnos a la sombra en la cueva. Maravilloso. Subimos mas escaleras para comer en uno de los warung que dominan la playa, allí vimos las olas más perfectas de color azul turquesa, de las que surfean por dentro de ellas.
Como os conté, me voy acostumbrando a mi diferente vida de Bali. Dormir pronto, madrugar, aprovechar al máximo las horas de sol. En mi casa, el salón es totalmente abierto, ya sabéis que mi tele es un enorme arrozal, en el que vemos todos los días las faenas de los cultivadores, con sus curiosos sombreros cónicos. Aprovechamos estas horas, porque cuando cae el sol sobre las 6 de la tarde, los mosquitos atacan que da gusto, Dios mioooo... que ansiaaaa de picarrrr. Aunque nos embadurnamos con repelentes, algún picotazo cae y como pican los jodíos! Pero a las 8 en punto, salimos con nuestra scooter a tomar unas cañitas, porque no hay que perder las buenas costumbres! Tenemos tres sitios favoritos para ir, Old Man's, a la orilla del mar, Plumbers, (al que llamamos, Plan B, jojjjojooo), que aunque está más lejos de casa, las bintang están dinging sekalí, o sea heladas, y el precioso People, de un brasileño encantador, que vivió 9 años en España y nos habla en español. Luego tenemos alguna otra alternativa como el Sports o el Satu Lagi, pero que apenas vamos...
Luego hemos descubierto un local de un español, el Cloud 9, que además de ser muy mono, tienen unos bocatas de calamares que lloras de gustoooo!
Y así pasan los días con una tranquilidad desconocida para nosotros que acostumbrados a llevar una vida bastante estresante, se nos caen los palos del sombrajo!
Como nuestro trabajo es organizar viajes, nos gusta visitar los hoteles y comprobar su buen funcionamiento, así que poco a poco, vamos haciendo excursiones de sábado a domingo, y nos alojamos en ellos para luego aconsejar bien a nuestros visitantes.
Ya habíamos estado en el Templo de Pura Uluwatu, os acordareis de las fotos con los monos y ese espectacular sunset en su acantilado, pero esta vez, queríamos ver las playas de esa zona, así que cogimos la moto y a Uluwatu!
El viajecito, es de 1,30 horas en moto, pero de verdad merece la pena. Queríamos ver la playa de Suluban que está dentro de una gruta y que nos había recomendado mi hija, además de la ya famosa playa de Padang Padang, llena de chiringuitos y muy concurrida. Nos alojamos en un hotel que nos llamó la atención, era un poco caro pero precioso, parecía un Cortijo, y la habitación era espectacular y muy tranquila. Nos dimos este pequeño lujo, que mereció la pena. Luego nos enteramos que el dueño, como no, es español. Como siempre, madrugamos, el desayuno fantástico, hicimos uso de las instalaciones, la piscina de nuestra habitación estaba desierta, el agua calentita como a mí me gusta, y fuimos hacia la playa de Suluban. Hay que bajar mogollón de empinadas escaleras, pero cuando entramos ya en las grutas que conducen a esa pequeña playa, alucinamos. Que preciosidad! Una enorme cueva de arena finísima, que conducía a la playa...espectacular! El agua azul marino, el fondo con rocas se veía perfectamente, a pesar de tener las mejores olas para practicar surf, a la orilla llegaban muy tenues, nos bañamos y disfrutamos como enanos. Luego, a secarnos a la sombra en la cueva. Maravilloso. Subimos mas escaleras para comer en uno de los warung que dominan la playa, allí vimos las olas más perfectas de color azul turquesa, de las que surfean por dentro de ellas.
Luego vino subir las p... escaleras, que por poco me mueroooo.
Vuelta al hotel, bañito en la pisci, ducha y siesta. Yo en un enoooorme cojín en que cabía enterita.
Vuelta al hotel, bañito en la pisci, ducha y siesta. Yo en un enoooorme cojín en que cabía enterita.
Nos tomamos las bintang de rigor en el bar del hotel, y fuimos a cenar a un warung muy romántico que estaba cerca del hotel con un rico menú, con velitas a nuestro alrededor, una pasada!
Al día siguiente, dejamos el hotel y fuimos a un restaurante cercano muy famoso que es de otro español, se llama El Kabron y está encima de un acantilado. Descansamos, nos bañamos en su preciosa piscina infinita, tomamos el vermú con él, que es encantador y luego comimos GAZPACHO, CROQUETAS, PAN TUMACA, CALAMARES Y CREMA CATALANA... ñammmmñammmmm... que ricoooooo! Con pena por no poder quedarnos a ver el atardecer en uno de sus sofás de cara al océano, vuelta para casa, para no tener que conducir en la más completa de las oscuridades.
Al día siguiente, dejamos el hotel y fuimos a un restaurante cercano muy famoso que es de otro español, se llama El Kabron y está encima de un acantilado. Descansamos, nos bañamos en su preciosa piscina infinita, tomamos el vermú con él, que es encantador y luego comimos GAZPACHO, CROQUETAS, PAN TUMACA, CALAMARES Y CREMA CATALANA... ñammmmñammmmm... que ricoooooo! Con pena por no poder quedarnos a ver el atardecer en uno de sus sofás de cara al océano, vuelta para casa, para no tener que conducir en la más completa de las oscuridades.
Volveremos sin duda. Nos encantó!